Hace años, muchos, muchos años vivÃa un monje llamado Mun Ha en la ladera del monte Lugh. Este sacerdote tenÃa una larga barba de oro, que el dios Song-Hio habÃa trenzado. El sacerdote habÃa dedicado su vida a la diosa Tsun-Kyan-Kse y pasaba sus dÃas en el templo del monasterio, meditando y orando a la Diosa de las almas errantes. Ella era la encargada de conducir a las almas al paraÃso, una Diosa muy bella de piel color de nieve, vestida de oro, largo cabello y ojos de un profundo azul turquesa.
Su gato Sinh lo acompañaba siempre, en respetuoso silencio. Era un gato muy inteligente y noble, de enormes ojos de color amarillo dorado y oÃdos, nariz, patas y cola marrón muy oscuro como la tierra.
Una noche el templo fue atacado, en el asalto Mun Ha fue herido. Sinh saltó sobre su amo para auxiliarlo pero él ya estaba muerto a los pies de la imagen de la Diosa. Sinh, el gato lloró sentado en su cabeza, y ocurrió el milagro. La parte posterior del gato blanco de repente se convirtió en oro, y sus ojos amarillos de oro se convirtió en azul como los zafiros.
La Diosa Tsung-Kyan al ver la forma en que protegió a uno de sus monjes decidió convertirlo en su animal sagrado, que se encargarÃa de conducir el alma del monje hacia su reino. Asà fue como Sinh pasó siete dÃas y siete noches en ayuno velando por el cuerpo de su amo. Al séptimo dÃa Sinh murió y cumplió con el encargo de la diosa de llevar el alma de su amado amo al paraÃso. A partir de ese dÃa todos los gatos del monasterio fueron transformados y se cree que cada vez que un gato "Sagrado" muere, es el alma de un monje que entra en el paraÃso.
Originario del oeste de Birmania. Existen diferentes historias sobre la llegada de los gatos birmanos a Europa. Una de ellas relata que un sacerdote Khmer entregó una pareja para la crÃa a unos viajeros ingleses, Gordon Russell y August Pavie, como agradecimiento por salvarle de la muerte en el año 1898. En Europa estos gatos fueron contemplados por primera vez en Francia en 1916 ó 1919. Se sabe que el macho murió en el viaje, y que la hembra estaba preñada. Y a partir de ella y sus descendientes la raza se reconoció en Francia 1925. Tras la Segunda Guerra Mundial sólo quedó una pareja, y costó mucho recuperar la raza.
Esta raza fue reconocida en Gran Bretaña en el año 1966, y en Estados Unidos hacia el año 1967, cuando la CFA aceptó el estándar, aunque desde el año 1965 ya participaban en concursos.